
En concreto es el artículo cuatro del reglamento disciplinario de la UEFA el que señala que queda en manos del organismo continental apartar a cualquier equipo que pueda poner en peligro la integridad de la competición.
De hecho, la UEFA no ha cerrado nunca el caso que en su día fue declarado el mayor escándalo del fútbol por su propio presidente Aleksander Ceferin. No necesariamente una sanción se debe apoyar en un fallo judicial, pero el máximo organismo del fútbol europeo decidió esperar a que los tribunales hablaran.
El Caso Negreira, con el paso del presente del Barcelona Joan Laporta por el juzgado y su declaración, ha adquirido relevancia de nuevo ante la petición clara y directa del Real Madrid de que se haga justicia por los pagos realizados por el Barcelona al que fuera segundo del Comité Técnico de Árbitros.

