BOCA VIVE UN DRAMA

Ni la llegada de Leandro Paredes cambió la cara de un Boca cabizbajo. El xeneize cayó de nuevo, esta vez ante Huracán y fuera de casa. Un equipo falto de alma, de juego, de piezas para recuperar un poco esa esencia de uno de los grandes campeones de Argentina.

El estado actual de Boca se encuentra en paradero desconocido. El cambio de Miguel Ángel Russo -en su tercera etapa- por Fernando Gago no cambió las cosas en el equipo. De hecho, la sensación es que si hubo posibilidad de empeorarlo, sucedió. Incluso la falta de comunicación es alarmante entre las distintas partes del equipo.