Las entidades brasileñas ya no miran a Europa sólo como un lugar potencial de ventas. También lo hacen para hacer llegar jugadores que, lejos de encontrarse en el final de su carrera, tienen una edad óptima para aportar cosas. Saúl Ñíguez -a pesar de su itinerancia- es el último ejemplo, pero otros como Memphis Depay o Martin Braithwaite atestiguan esa posibilidad que brinda Sudamérica a los jugadores que buscan una nueva oportunidad. La inversión en jugadores ha aumentado más del doble, alcanzando los 509 millones de euros.
