
Courtois, siempre Courtois. Quién puede parar al que lo para todo. Parece un trabalenguas, pero es un resumen. En un Real Madrid imperfecto, él se mantiene intacto. Gigante, milagroso. Como siempre. Confirmando que sus dos lesiones de la temporada pasada no son más que cicatrices de la vida. Pasado. Bérgamo fue un nuevo ejemplo de que sigue siendo Thibaut, aquel que para todo lo parable… y hasta algunas de esas que parecen imparables. Un portero único. La de aquel día de Champions fue su noche con más trabajo esta temporada: siete paradas. Y sin inmutarse.

