
Mohamed Salah será libre a partir de enero de negociar con cualquier equipo. El egipcio, de 32 años, ha provocado un incendio en Liverpool después de asegurar que las negociaciones por su renovación no avanzan y tras declarar, antes del triunfo contra el City, 2-0, que podría haber sido su último partido en Anfield contra los Cityzens. En el horizonte, paulatinamente, aparece el nombre del Paris Saint-Germain, que siempre le tuvo en el punto de mira para convertirle en un jugador franquicia.