
La victoria suele otorgar tiempo en cualquier proyecto deportivo, pero en el caso de Boca Juniors no ha sido así. Ni siquiera después de cortar una racha de 120 días sin ganar, Juan Román Riquelme logró escapar de las críticas de su propia afición, la misma que un tiempo atrás celebraba sus goles y coreaba su nombre. El conjunto xeneize atraviesa uno de los peores momentos de su historia y todos los focos apuntan a Riquelme.