
“Ya no quiero ni hablar de ello, esos comunicados que saca la dirigencia (sobre salarios adeudados) ya nos dan risa. Estamos solos, ahora damos la cara y es entendible que la gente salga molesta con nosotros; está enojada y frustrada, pero nosotros (jugadores) somos los más perjudicados y no hay más nada para decir”, manifestó uno de los capitanes de Oriente Petrolero Marcos Riquelme.
“Solo queda jugar por el honor y esperar que termine este año, que la verdad ha sido desastroso. Después ya pensaremos en lo que se viene y ojalá Oriente pueda salir de este momento que no se merece”.
“Molesta; sentimos que nos metieron la mano al bolsillo de vuelta, pero ya no hay tiempo para lamentos. Tenemos que seguir trabajando y esperamos que esto cambie, no solo por el bien de Oriente, sino por el bien del fútbol boliviano y que no se equivoquen mucho en contra nuestra”, sentenció Riquelme.