
Se cumple así, con un ‘regate’ administrativo, el deseo del futbolista. “Le había pedido al presidente si podía usar el número 30″, confesaba Mastantuono en su rueda de prensa de presentación.
El reglamento de la RFEF es claro. Y rígido: los jugadores de un equipo deben llevar los dorsales del 1 al 25. Del 26 en adelante quedan reservados para futbolistas que suban del filial y/o categorías inferiores. Así ha acabado Mastantuono inscrito con el Castilla. En la práctica, el de Azul será miembro permanente del primer equipo y no jugará con los de Arbeloa, pero haciéndole ficha con el Castilla se puede cumplir el deseo del jugador… y dejar margen al club para algún eventual refuerzo.